El panorama sobre los riesgos psicosociales en el ámbito laboral no parece nada halagüeño atendiendo al contexto internacional.
Desde hace más de una década, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (Observatorio Europeo de Riesgos 2014) viene constatando el incremento progresivo de los riesgos psicosociales y sus efectos sobre la salud y así, por ejemplo, en su informe 2014 “La estimación del coste del estrés y los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo” (EU-OSHA), revelaba que, según la Encuesta de población activa de la Unión Europea, en el periodo 1999-2007 aproximadamente uno de cada cuatro participantes informó que su bienestar mental se había visto afectado por la exposición a los riesgos psicosociales.