El cambio climático es una gran amenaza para la salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Este proceso genera emisiones de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono y el metano, principalmente) que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Por tanto, la obtención y el uso de energía, los procesos industriales,
el transporte y la agricultura se encuentran entre los principales emisores.
El cambio climático puede afectar a nuestra salud, a la capacidad de cultivar alimentos, a la vivienda, a la seguridad y al trabajo.