El tecnoestrés es una patología que se refiere al estrés específico derivado de la introducción y uso de las nuevas tecnologías.
En el ámbito laboral, la transformación digital y las nuevas tecnologías aplicadas a nuestra rutina profesional como los sistemas de comunicación interna, los gestores de tareas (Trello, Notion), los sistemas de almacenamiento en la nube (Sync, Dropbox, Google Drive), los programas de videollamadas (Zoom, Skype, Slack, Whereby), dispositivos más modernos y sofisticados, software más avanzados y toda la tecnología que comprende la industria 4.0 (incluyen el Big Data, el Cloud Computing, Internet de las Cosas o el Metaverso) entre otros, han propiciado la aparición de nuevas formas de organizar el trabajo (trabajos más flexibles, deslocalización, teletrabajo, oficinas virtuales, etc.) viéndose afectadas sus condiciones a la hora de ejecutarlo como tal, e implicando la aparición de nuevos riesgos laborales conocidos como riesgos emergentes.